sábado, 31 de enero de 2009

ESSAOUIRA


Una cerámica con el nombre del almirante Magón, fechada en el s. VII a.C., certifica la presencia cartaginesa en la región. Pero hay indicios de la presencia fenicia desde un siglo antes. Las islas de Essaouira fueron famosas en todo el imperio romano gracias a la producción de púrpura. Codiciada siempre, Essaouira fue la bereber Amogdul (la bien guardada), más tarde, en portugués Mogdura, en español Mogadur y en francés Mogador.

Su nombre actual, que significa lugar fortificado, se debe al sultán alauí Sidi Mohammed Ben Abdallah, que la reformó completamente en 1764. El nombre de este soberano identifica hoy al Museo de Artes Marroquíes, con interesantes colecciones de armas, alfombras y marqueterías.

Essaouira, residencia de afamados pintores, escultores, ebanistas, escritores y vidrieristas, es también un concurrido centro de vacaciones de playa. Su puerto, bastiones y murallas hablan de su riqueza e importancia. Y la ciudad antigua, con sus dos medinas, dos casbahs y un mellah (judería), transporta al viajero actual a la vivencia de otros tiempos.
Es la capital de la provincia homónima, en la región de Marrakech-Tensift-El Haouz. Con cerca de 70.000 habitantes, su medina o centro histórico está catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 2001. La economía del lugar gira en torno a la pesca, la industria maderera, textil y alimentaria, y al comercio de productos de artesanía, marquetería y joyería en particular. Dispone de gasoducto y un aeródromo. Esauira alberga anualmente el Festival Gnaoua y de Músicas del Mundo de Esauira que atrae a miles de visitantes.

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